"La danza ha estado también
ligada desde sus orígenes a las ceremonias religiosas. Las danzas orfeicas
griegas, las danzas sagradas de la India, las danzas de los derviches giradores
del sufismo, las danzas mandálicas, son algunas de esas manifestaciones.
El culto del cuerpo en el tantrismo
representa una de las más profundas aventuras de la cultura humana. El
tantrismo lleva a la idea de que la santidad sólo es efectiva en un cuerpo
divino. (...) Conservar el cuerpo en estado perfecto para facilitar la
meditación y conseguir la liberación, es la propuesta del tantrismo.
En el Hevajra Tantra, el Budha (Bhagavan) proclama que sin
un cuerpo perfectamente sano no se puede conocer la beatitud. Esto se repite
insistentemente en la literatura tántrica y shajiya. Saraha lo dice a su
manera: "Aquí (en el cuerpo) se encuentra el
Ganges y el Jumma, Prayaga y Benares, aquí la Luna y el Sol, los lugares
sagrados, los Pitha y los Upapitha. No he conocido aún un lugar de peregrinaje
y de beatitud comparable a mi cuerpo. El mismo Budha se esconde en el
cuerpo"
La orientación del tantrismo afirma
la experiencia total de la vida como parte integrante del sádhana. La
orientación del Yoga está en dominar el cuerpo para transformarlo en cuerpo
divino.
En la liturgia tántrica, el mudrá es
la realización de ciertos estados de consciencia mediante gestos (...); por el
eco sentido en las capas más profundas del ser humano, se trae el
redescubrimiento del mensaje oculto en cada gesto arquetípico."
Fragmento extraído de
"Biodanza" pag. 77.
María de la Cruz Rojo
Bibliografía
Toro Araneda, Rolando,
"Biodanza", Asociación Argentina de Biodanza, 1980.
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