La noche del 27 al 28 de Febrero (en éste 2014) se celebró el Maha
Shivaratri, la gran noche de Shiva, evento de gran importancia para los
shivaístas y devotos de distintas líneas filosóficas en India y que, a su vez,
marca el final del Kumbha Melhā. Para la fecha, la ciudad de Varanasi se llena
de devotos que han ayunado el día anterior (o consumido sólo fruta y leche en
su defecto) y permanecen en vigilia entonando el pañchākshara mantra “Om Namah
Shivaya”.
Como para los devotos de Shiva es una celebración importante aprovechamos la
ocasión para hablar de uno de sus tantos símbolos: su tridente.
Nos detenemos en éste símbolo en particular porque es con su trishula (“tridente”
en sánscrito) con el que Shiva destruye la ignorancia en sus devotos. Sus tres
puntas representan las tres cualidades de la materia, llamadas Gunas, ellas
son: Inercia (Tamas), Movimiento (Rájas) y Equilibrio (Sattva).
También representan los tres aspectos del tiempo lineal: pasado,
presente y futuro, y los tres aspectos de un desarrollo: creación, permanencia
y destrucción. En todos los casos de trata de aspectos y cualidades manejadas
por el Dios.
Es un símbolo importante para los practicantes de Yoga porque la
búsqueda de Sattva da lugar a la práctica y alcanza su álgide cuando se
transcienden todas las cualidades de la materia y se alcanza Moksha, la
liberación, que es el objetivo final de todas las líneas de Yoga.
Habrá muchas más celebraciones y festivales que comentar, con sus respectivos símbolos y connotaciones, los cuales resultan vitales,
pero empezar con el Shivaratri y el trishula marca un buen comienzo.
Om Namah, Shivaya,
María de la Cruz Rojo
Fuentes
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