También como Bandhej, Bandhani, Bandhni o Tye and Dye, su nombre proviene
(excepto en la versión anglosajona) de una derivación de la palabra sánscrita banda (atar). Bandaj es la antigua técnica
de atar e ir formando nudos en las telas (principalmente seda, satén, algodón, voile,
muselina y georgette) para obtener bellos patrones luego de que éstas son
sometidas a ciertos procesos de teñido.
Se trata de una técnica cuyo
origen encontramos en los tiempos pre-históricos y algunos autores
consideran que ésta forma de teñir la ropa es casi tan
antigua como la cultura del vestir.
Sus inicios se remontan a 5000
años atrás. Alejandro Magno menciona en sus anales el uso de hermosos colores
estampados en la India. De acuerdo con la evidencia de textos históricos, el
primer saree con bandhani fue usado con motivo de un matrimonio real durante el
reinado de Harsha - siglo VII- (lo cual no sorprende: la tradición popular considera
que usar
un saree bandhani trae un buen futuro para la novia); también hay
evidencia empírica en las cuevas de Ajanta, en cuyos murales encontramos pintadas
doncellas usando blusas con bhandani. Estos murales datan del siglo V.
El bandhani se caracteriza por
sus patrones formados por puntos diminutos los cuales se obtienen por un
proceso de teñidos de resistencia de modo tal que unas partes de la tela se
tiñen y otras no. El proceso se compone de varias fases, es relativamente
simple pero conlleva mucho tiempo: primeramente, la tela se dobla a lo largo y
a lo ancho en cuatro pliegues, el área a teñir es remarcada con un pigmento
lavable (geru), sobre ella se coloca
una lámina de plástico transparente agujereada de acuerdo al patrón que se
quiere lograr (a veces esos agujeros son tan pequeños como la cabeza de un
alfiler) y se vuelve a pintar con un pigmento lavable para transferir el diseño,
luego los artesanos estiran pequeñas áreas dónde se encuentran los puntos, y
enrollan y atan muy firmemente la porción de tela sobresaliente con un hilo (generalmente de nylon) para formar
nudos que se conocen con el nombre de bindhi.
Luego de atar los nudos, la tela se lava para remover el geru y luego pasa al primer teñido, en
el cual permanece sumergida en algún color brillante. Después del primer
teñido, se lava, se estruja y se seca para ser atada de nuevo y ser sumergida
en un color más oscuro, teñido en el que permanecerá alrededor de tres horas
para que el color se absorba bien. Durante éste proceso, la pequeña área debajo
de los nudos, resiste el teñido dejando en la tela un pequeño punto. Para el
teñido, siempre las tonalidades claras (como amarillo) se
utilizan primero y luego se atan otros nudos para pasar al teñido en un color
más oscuro. Luego de la última tintura, la prenda o tela se lava y si es
necesario se almidona. Cuando seca, la tela se separa, se abran los nudos y el
patrón aparece. El resultado es, por lo general, un paño con un fondo profundo
con puntos de varios colores formando un patrón. Los motivos incluyen flores, enredaderas,
campanas, rayas, ondas, cuadrados. Para lograrlos, los nudos se colocan en
grupos y cada grupo tiene un nombre (Ekdali: un solo punto, Trikunti: tres
puntos, Chaubundi: cuatro puntos, Satbandi: en grupo de siete). Los grupos se trabajan en patrones
intrincados con los que se forman figuras (Shikargah: similar a una montaña;
Beeldar: como la vid, etc.). El trabajo de colores también es interesante. Como
mencionábamos, siempre se trata de un claro con un oscuro, el objetivo es
lograr un contraste impactante deliberadamente. Los colores claros usados
tradicionalmente son el amarillo, el rojo, el verde y el rosa, mientras que
para las tinturas oscuras solían utilizarse principalmente rojo y negro. Los
colores de fondo tienen diversos significados: el rojo de base significa que la
mujer que lo porta es una novia el amarillo, nos indica que la mujer que lo
lleva fue recientemente mamá. Todas las tinturas eran, en su inicio, de origen
vegetal. Y lo siguen siendo hoy en día,
pero también se suman las artificiales. La paleta de colores, a su vez, se ha
diversificado de acuerdo a la demanda de los diseñadores (por lo cual
encontramos, por ejemplo, el uso de pasteles), que han tomado al bandhej como
parte de la ornamentación de las prendas, y la importación; pero los focos
originales del bandhani, siguen eligiendo los colores tradicionales. Y hay un
por qué. Si bien es difícil indicar un
origen en un área particular, algunas referencias indican sus inicios en
Jaipur. Pero principalmente se menciona que fue desarrollada por los musulmanes
de la comunidad de Khatri, en las áreas comprendidas por las ciudades del
distrito de Kutch (Bhuj y Mandavi), y que hasta el día de hoy mantienen su fama
de lograr un bandhej de la más fina calidad. Jamnagar, ciudad en la cual se introdujo la
técnica al ser fundada hace 400 años, también es un centro de excelente
producción de Bandhani. Así, los focos principales de producción han sido y son
Rajasthan y Gujarat. Colores y diseños
varían de un distrito a otro, y más aún de un estado a otro. Antiguamente,
sarees, odhnis y turbantes con bandhej, indicaban clases y costumbres sociales
y, en el caso de los turbantes, colores y diseños eran indicadores de la tribu
de la que provenía quien los portaba.
El bandhej es una técnica desarrollada
principalmente por mujeres (las de la comunidad Kahtri en sus inicios) y pasada
por ellas de generación en generación. Sarees, kurtis, salwar kameez, kurtas, turbantes,
chales y odhnis (velos con que cubrir el cuerpo y protegerlo del sol) son usados
diariamente en Rajasthan y Gujarat, sin embargo, es para la época de los
festivales y para las bodas en dónde son más buscados.
Los sarees representan un pequeño
capítulo aparte. Para crear colores contrastantes en sus bordes, el cuerpo del
saree se cubre con plástico y se sumergen los bordes en tintura. La región final del saree (o pallu), se divide en varias secciones y
cada sección refleja diseños diferentes. Los motivos en los bordes son más
grandes y entre los más populares encontramos los laddu-jalebi, una serie de anillos concéntricos que asemejan los
famosos dulces del Jalebi.
Entre los pocos tipos de sarees
bandhani encontramos el Saree Panetar:
elaborado en seda de Gajji y cuyos bordes son rojos y su centro blanco con un
medallón llamado pomcha o padma (“loto”), a menudo salpicado con
puntos teñidos de rojo; Saree de
Garchola: que se caracteriza por una serie de cuadrados creados por filas
de puntos blancos teñidos sobre un fondo rojo (o en ocasiones verde). El número
de cuadraros sobre el saree tiene un significado ritual, ya que se hacen
múltiplos de 9, 12 o 52; y Saree de
Leheriya: el gran saree bandhej del Rajasthan, se elabora tiñendo toda la
tela en vez de pequeñas secciones, esto produce líneas diagonales en colores
brillantes llamadas lahariyas
(“ondas”). Estos sarees se ofrecen como regalo generalmente durante los
festivales de Holi (por su hermoso colorido) y Teej.
La calidad de un saree bandhani
generalmente se juzga por el tamaño de sus círculos: mientras más pequeños y
cercanos al tamaño de la cabeza de un alfiler, se consideran más finos. Un
diseño intrincado puede tener hasta 75.000 puntos.
Una de las partes más bonitas:
cuando los sarees se venden, los nudos aún están atados, somos nosotros quienes
debemos desatarlos, extenderlos y disfrutar el resultado final de un largo
proceso, del cual pasamos a formar parte
a través de un pequeño y último acto: desanudar.
María de la Cruz Rojo
Fuentes
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