viernes, 20 de marzo de 2015

Kali Yuga



Es interesante reflexionar acerca de cómo hay patrones que se repiten en todas las tradiciones. El aspecto cíclico y su división cuaternaria es uno de ellos. La cosmología india estructura el tema con maestría, de forma intrincada y exhaustiva (en los primeros acercamientos a la materia), difícil de tratar en un estudio, aún más dentro de los límites de un artículo. Lo cierto es que, una vez más, de conocimientos y textos que preceden - y por mucho - a los orígenes de la tradición grecolatina, India ya había pronosticado con claridad meridiana la actual coyuntura mundial.

¿De qué manera?

Estructurando universalmente el devenir cíclico. Yendo de mayor a menor grado, y estableciendo una relación directa entre movimientos planetarios y períodos de la historia cuando ésta aparece como tal, India considera un Kalpa aquel ciclo extenso de desarrollo total de un mundo. A su vez, cada Kalpa contiene ciclos que se desarrollan dentro de él y  son llamados Manvantaras ( o eras de Manú), los cuales tienen un número total de catorce y están divididos en dos series septenarias por Kalpa (1).  Por último, cada Manvántara reproduce (como indicábamos en el principio del texto) una serie cuaternaria llamada Yugas (o "edades"). Dicho de otro modo: cada Manvántara tendrá un período de desarrollo susceptible de dividirse en cuatro fases o etapas, las mismas se corresponden con las edades de Oro, Plata, Bronce y Hierro, bien conocidas en la antigüedad grecolatina, en dónde cada período está señalado por una degeneración respecto del que precede.

El artículo de hoy va a tratar únicamente del lugar del Kalpa en qué nos encontramos. Éste es el último Manvántara de la primer serie septenaria del Kalpa. Y dentro de los ciclos de ése Manvántara, nos encontramos en el ciclo final, conocido como Kali Yuga, la edad oscura. Como bien señalan Guenón y Eliade, no debemos confundir aquí la figura de la diosa; el término aquí designa "discordia", "conflictos", "disputas". Veamos un poco cómo fue el devenir de éste Manvántara hasta éste punto:  en el Kryta (o Satya) Yuga, también llamada "Edad de Oro", los hombres estaban muy cerca de los dioses y eran considerados "criaturas santas" y los Vedas eran las escrituras adecuadas al período. La segunda fase, el Treta Yuga, la edad de Plata o de los héroes, encuentra a la humanidad con la pérdida de 1/4 de su rectitud (dharma), Smriti (la sabiduría que fue guardada en la memoria), fue la escritura del período. La tercer edad es conocida como Dwapara Yuga, la edad de Bronce o de los reyes, en dónde otro 1/4 de la rectitud es perdida y las escrituras adecuadas al  período fueron los Puranas. El final del Manvantara corresponde al Kali Yuga, o edad de Hierro: aquí todo sólo resta 1/4 de la ética con que se contaba en el Kryta Yuga y los textos adecuados para los habitantes de la época oscura son los tantras.

El Tantra Shastra consta de diálogos entre Shiva y su consorte Parvatí. Cuando es ella la que pregunta y él quien responde, el texto se conoce como Ágama. En el caso contrario, Nigama. En los shastras los tópicos tratan acerca de la creación del universo y su destrucción, los ejercicios espirituales, los rituales y ceremonias, las acciones de purificación y la meditación.  La ventaja de los tantras para la humanidad en el Kali Yuga, es su aspecto democratizante: pretenden ayudar a todos. Nadie queda excluido. Sus prescripciones siguen un orden natural de las cosas, están en sintonía con las leyes de la naturaleza. Llevar nuevamente al hombre a ésta relación innata con las leyes naturales es uno de los objetivos principales, porque no existe relación antagónica entre naturaleza y espíritu.

Las escrituras nos cuentan que luego de la fase final del Yuga (y a su vez,  final del séptimo Manvántara y  final del primer ciclo de Manvántaras), comenzará la segunda serie de Manvantaras en dónde se comenzará por orden inverso. Esto es: desde el séptimo al primero, en un retorno progresivo a una nueva edad de Oro.  Un relato con final feliz al cual se arribará con actuación y empeño por parte de cada uno de nosotros para modificar el estado de las cosas:
"Ese retorno exige el reconocimiento de ciertos principios fundamentales, pues, con su ayuda, es posible encontrar las bases de una civilización verdadera y contribuir para limitar los desastres de un antropocentrismo aberrante." Alain Daniélou

Mientras tanto, el desafío actual del Kalí Yuga nos alienta a aportar nuestro granito de arena para una evolución futura.

María de la Cruz Rojo

Notas

(1) Es al nivel del Manvántara, en dónde podemos considerar a los ciclos susceptibles de contar con valor cósmico e histórico, por encima de ello, entramos dentro de lo simbólico / especulativo para que la mente pueda mesurar o aproximarse a cuestiones que están en un plano extra-temporal.

Bibliografía y Fuentes

Daniélou, Alain: "Shiva y Dioniso, la religión de la naturaleza y del eros", San Pablo, Martin Fontes, 1989

Guenón, René: Formas Tradicionales y Ciclos Cósmicos, La Coruña, Ediciones Vía Directa, 2007

Van Lysebeth,  André: Tantra, el culto de lo femenino, Barcelona, Urano, 1990

Interesados en el texto de Guenón, pueden leerlo desde acá:



Otras fuentes






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