Natalia Salgado – Primer bailarina argentina estilos
Kuchipudi, Bharata Natyam, Odissi; Co-fundadora / Co- directora Gungur Arts;
Directora artística del show India´n Beatles
“Donde
va la mano van los ojos, donde van los ojos está la atención, donde está la
atención está la energía y con ella el éxtasis vibrante” Abhinaya Dárpana
Natalia Salgado es, junto a un reducido número de nombres, una de las
primeras bailarinas de danzas clásicas de la India en nuestro país. Excelente
representante del nivel de Argentina en tres de los ocho estilos de clásico que
conforman el repertorio indio, ha fundado junto a su hermana Patricia, el
espacio Gungur Art. Conversamos con
ella acerca de ésta peregrinación, los comienzos y esta especie de Meca para
los amantes de India que el espacio Gungur
representa.
Croix Asesoramiento de Imagen
(CAI): Naty, contanos cómo
surgió tu interés por India y sus danzas clásicas, porque es algo muy
particular…
Natalia Salgado (NS): Si, es súper particular. Toda la familia tuvo
siempre la influencia de India por el lado de nuestra madre. Hizo el
instructorado de yoga cuando vivíamos en España. Éramos todos muy pequeños y
cuando volvimos de ése viaje a España y nos instalamos acá en Argentina se
conectó inmediatamente con la familia de Richa Verma, una familia de indios
establecidos acá en Argentina; Sumati, Khileshwar, ellos tienen “Sabores y
Secretos de la India” (1). Entonces desde ése lado siempre tuvimos sin saberlo
- porque yo era muy chiquitita, tenía unos diez años- ése contacto. Eso desde
lo inicial. Después con mi hermana, siempre fanáticas de la ropa de la India.
Cuando estábamos en el colegio, en el secundario, nos atraía mucho. De hecho
cuando terminamos el secundario mi hermana y mi mamá se fueron a India por
primera vez. Ellas dos. Yo ahí comencé a trabajar en IBM. Ahí fue todo el
interés por India pero no desde las artes, sino más que nada era la conexión
por nuestra mamá, por lo que nos contaba, por la ropa. Me acuerdo que fuimos a
ver “Kamasutra”. Me acuerdo que me
decían que era muy parecida a la actriz. Entonces fui a verla y ahí también
había danzas. Eso me acuerdo que fue interesante. Después, cuando terminé la
universidad viajé a Australia por un año con una amiga. Yo había trabajado y
estudiado desde que había salido del colegio. No había tenido demasiado tiempo
para descubrir realmente lo que quería hacer, sino que me la pasé trabajando y
estudiando. Y en ése viaja a Australia donde no estaba ni trabajando ni
estudiando, estaba viajando y disfrutando de la vida –que también era muy
chica, en ése momento tenía 23 años – y ahí me empezaron a llamar mucho la
atención las danzas, tanto de Nueva Zelandia, donde hacían el haka y todo el
ritual, las danzas de Polinesia. Todas esas danzas me empezaron a llamar mucho
la atención. Después fuimos a Bali, como parte de ése viaje, y ahí ví las
danzas Balinesas y me pareció una locura. Dije: “wow, ¿qué es esto?” Después de ése viaje volvimos a Argentina y
ahí mi mamá nos dice: “hay una maestra
que está dando clases, vayamos a conocerla”. Era Ranga, que ahora está en
zona norte. Fuimos con mi hermana y empezamos a estudiar con Ranga. Y empecé a
estudiar danza clásica y la música sentía que me vibraba por dentro. Me
encantó. Y empecé con Ranga, tuve mucha suerte porque sembró el interés en la
danza.
CAI: ¿Qué se siente ser una de las pioneras dentro
de esta disciplina en Buenos Aires / Argentina?
NS: Sí, es cierto. Empezamos todas a estudiar hace
más de 10 años. Esto fue en el 2001, que nos encontramos con Leo, con Silvia,
con la hermana (2), Rosana, que también estudiaba en aquél momento danza clásica, la pasábamos muy bien.
Y fuimos quedando, quedando y éramos las cuatro seniors de Ranga. Después se
abrieron nuevos caminos y cada una siguió transitando. ¿Qué es lo que se
siente? Yo siento por un lado mucha responsabilidad, porque de alguna manera es
tratar de seguir sembrando lo que han sembrado en mi que generó tanto interés y
que a mi me hizo tan bien. Porque la
danza clásica le da otro sentido a la vida. Comprometerse con una disciplina,
dedicarle tiempo, es un trabajo de obrero con el cuerpo. De bajar y trabajar y
trabajar con todo: con el cuerpo, con el ego, con todo. Realmente es un camino
de realización dedicarse a una disciplina con tanta pasión y con tanto interés.
Eso me lo sembraron y yo seguí buscando, entonces para mi la responsabilidad es
transmitirla y que eso continúe y que continúe y que continúe. Me genera eso. Y
si, junto con Leonora y con Silvia (3) somos las que seguimos en éste camino
desde aquél entonces que arrancamos. Éramos muchas pero por algún motivo
nosotras seguimos y nunca nos corrimos. No sólo no nos corrimos sino que cada
vez le dimos más lugar a la danza. Entonces eso genera mucha responsabilidad. Y
por otro lado, es un honor muy grande. Porque realmente ir a demostrar el nivel
de Argentina a otro país, o cuando volvimos a India a estudiar que los maestros
vean que tu nivel es bueno y que te dicen: “podes
continuar”, eso es mucho honor, porque uno es argentino en definitiva, uno
está acá. Y me pasó de haber viajado a Brasil a un festival internacional de
danza, era Kuchipudi lo que fui a presentar y bailaban casi todas Odissi (4),
que ya el estilo era muy diferente, pero fue muy sorpresivo el nivel. El nivel
de acá en general es muy bueno, es muy perfeccionista. En mi caso, yo creo que
la danza clásica, además de toda la parte de enseñanza, hay una parte que no
tiene que ver tanto con lo religioso de la danza, con la parte de la mitología,
a mi me llama mucha la atención la técnica, me gusta mucho lo ornamental que
tiene la danza y trato de ser muy empática con la audiencia y con la gente. En
qué sentido: India´n Beatles, por ejemplo (5). Cuando lo pensé era: la gente
puede mirar un show de una hora pero hay mucho de lo que sucede, de la historia
que se cuenta que la gente no entiende, que se pierde porque uno no puede andar
haciendo un subtitulado de cada una de las danzas. Entonces, en India´n Beatles
son melodías reconocidas dónde uno ve algo y se siente parte en definitiva
porque hay algo en común, pero el lenguaje es la danza clásica, los
instrumentos son clásicos de la India. Ahí es como abrazar y decir: “ésta también es la propuesta”. Que haya
ése reconocimiento y de ahí puede llegar de otra manera la danza, uno lo
entiende más y lo disfruta más y la letra uno la entiende y, a pesar de lo
simbólico, de que uno está haciendo una descripción de Ganesha y que tiene los
dulces y las orejas, en realidad habla de su capacidad de escuchar, habla de su
dominio sobre la mente, habla sobre cuestiones más universales y en definitiva,
no es por comparar, pero si uno se pone a analizar una letra, en el fondo hay
valores similares. Hay un punto de tristeza, de alegría, de amor, de dolor, eso
se va transmitiendo con las piezas de danza.
CAI: ¿Pensás que tiene que ver con Ranga y con
Myrta? (6)
NS: Sí, en parte sí. Myrta es discípula de Rudmini
Devi. Rudmini Devi es básicamente quien rescató el Bhárata Natyam, entonces
Myrta es parte de la historia del Bhárata Natyam. Y ella estudió con los
grandes maestros, con Rudmini Devi, con Vempati Chinna Satyam y con Kelucharan
Mahapatra, entonces tiene la formación ideal que cualquier bailarín de todo el
mundo quiere estudiar danza clásica en cualquiera de los tres estilos.
Fueron los grandes maestros. Myrta siempre nos aconsejó, siempre nos marcó,
siempre nos dijo y me doy cuenta… El año pasado fui a dar un seminario de
Kuchipudi a España, a Barcelona, al que me invitaron; y había chicas que
pescaban un paso por acá, otro que venía de dar un seminario y por ahí nadie
les explicó bien cómo es o quienes fueron los maestros. Ésa guía recibirla de una
persona que realmente dedicó su vida a esto con tanto profesionalismo es una
bendición y es algo que agradecemos mucho todas.
CAI: ¿Cómo fue y cómo es trabajar con Myrta?
NS: Es un agradecimiento yo creo que mutuo. Porque
nosotras también formamos parte de su compañía de danza, dónde ésa compañía
está integrada por nosotras y por nuestras alumnas – que formamos nosotras -,
entonces, se armó una compañía de danzas que, cuando se presenta frente a la
embajada o en los festivales, eso también es un agradecimiento de Myrta.
CAI: Es una muestra de confianza hacia ustedes, las
profesoras.
NS: Y a nuestras alumnas también. Están felices de
poder formar parte.
CAI: ¿Cómo surge Gungur Art?, ¿de qué se trata?, ¿hay alguna filosofía que lo
sustenta?
NS: Gungur surge del último viaje en el 2009,
viajamos con Patri (7) juntas a la India – que era algo que queríamos hacer de
toda la vida -, fuimos a estudiar juntas Odissi. Y en ése viaje nos pusimos a
pensar: “tenemos que hacer algo juntas”, porque
yo estaba trabajando en IBM, ella trabajaba en relación de dependencia, pero yo
sentía que trabajaba, estaba muy contenta y todo pero en lo profundo sentía que
había algo que yo sentía que podía aportar más a éste planeta, o sea, generar
algo diferente; y a Patri le pasaba lo mismo. Entonces dijimos: “unamos”.
Tenemos algo en común que es, primero la confianza por supuesto, y el ser
hermanas y ésa confidencia que te da el vínculo, pero además de la pasión por
la danza, el sentido estético, lo compartimos 100%. Entonces dijimos: “hagamos algo, hagamos un proyecto juntas. Hagámoslo”.
Volvimos de ése viaje, lo empezamos a analizar, cómo debería ser, qué pilares
debería tener, cuál es la filosofía. Lo empezamos a analizar todo. El nombre Gungur surge de Ghunghroos, que son los
cascabeles que usamos para bailar, viste que los cascabeles, si uno estudió y
le pifia, se nota. Los cascabeles tienen que ir con el ritmo y los cascabeles
bien marcados demuestran si uno baila bien y estudió bien y lo dominó. Entonces
dijimos: “Gungur tiene que ser eso”.
Tiene que ser como el sonido de los cascabeles, como los pasos que dimos en
ésta vida hasta llegar acá. Si Gungur funciona y va bien quiere decir entonces
que suenan, que resuenan con los pasos que fuimos dando, y además porque casi
todas las danzas clásicas usan cascabeles para bailar. Ésa fue un poco la
concepción de por qué Gungur. En
cuanto al proyecto, por supuesto que hay una parte que es enseñanza,
espectáculos; en forma resumida es promover las danzas clásicas de la India en
la cultura occidental. Promoverla, darla a conocer, transmitirla a la gente,
enseñarla, hacer espectáculos y hacer con la danza clásica y bailarla. Después
la parte de ropa. La parte de indumentaria, que de a poco vamos construyendo es
que las prendas tengan cada vez más influencia de la danza clásica, más allá
del estampado. Hoy el estampado es como “me pongo la camiseta, soy bailarina,
apoyo el arte”. Nosotras llamado “Anjali”
a la parte de danza, “Sundar” a la parte de ropa, o a la
boutique, digamos. Dentro de Sundar hay
distintas líneas. Está la línea de accesorios, donde están los accesorios
que fueron inspirados en danza clásica. Después está la línea más exclusiva,
que son las prendas que no tienen que ver con danza pero que es una colección
más amplia, más urbana, y después la parte de confort o dance, que son los
estampados, ahora van a entrar unas babuchas que son especiales para bailar y
para el uso diario, los vestiditos, otros vestiditos que estamos por hacer que
tienen una choli (8). En fin, son
prendas que sí toman la necesidad de la bailarina y la lleva a una colección. Eso
es lo que de a poco estamos haciendo. Lo teníamos muy claro. Decíamos: “hay
tantos elementos lindos en la danza clásica que se puede hacer mucho más”. Las
dos somos muy creativas en ése sentido.
CAI: Da una bajada para que sean usables para
gente que si no quiere, no hace danza clásica pero incorpora algo porque le
parece que está buenísimo, porque se copa. India tiene eso, tiene pegada. Yo
creo que es esto que decías vos: la ornamentación, el color. ¿La paleta de
colores que usan es por colección?, ¿es estandarizada?
NS: No, en realidad lo que sostenemos, si ves el
local es lo más blanco posible y el color se lo carga directamente o el
estampado o el sari. Lo que no queríamos construir era un concepto de ropa de
la India y que entrás a una típica tienda de India donde se te cae el
acolchado, los almohadones. No. Blanco; muy femenino y muy occidental en un
punto.
CAI: Hablame de tu guardarropas. ¿Cómo es el
guardarropas de Natalia Salgado? ¿Qué colores hay? ¿Qué tipo de prendas?
NS: Mirá, mi guardaropas cuando trabajaba en IBM
era uno y ahora es otro. Ahora mi guardarropa es cómodo, porque además doy
clases casi todos los días con lo cual me da mucha fiaca tener que cambiarme
ochenta veces para bailar y no bailar y dar alguna clase, entonces trato de
seguir un poco la tendencia, no me sumo a lo que no me gusta. Hay cosas que no
van conmigo y no van a ir nunca y no las voy a usar. Lo que siento que favorece
a mi figura, mi línea y lo que me resulta con un diseño atractivo e innovador,
lo incorporo. Me gusta conservar cosas, no es que descarto y tiro, al
contrario. Busco cosas y tal vez hay algunas prendas, algunos kimonos que las
tengo desde hace mil años y las seguiré teniendo porque me encantan. Siempre
tuvo la influencia bastante oriental.
CAI: En ése sentido debe haber un predominio
fuerte de color.
NS: Si.
CAI: ¿Hay alguno en particular?
NS: Yo creo que tengo un poco de todo. Y ahora
con la ropa que tenemos acá en Gungur algunas prendas se vienen conmigo. Y me
gustan mucho. Además, por mi look, me pongo un vestido de India y me va. Es
compatible con mis facciones. Me va. Mucho jeans. Me encanta. Botitas. En
invierno usé muchas calzas con botitas cortas y vestiditos y sweaters y minis.
Me gusta mucho. Si hay una reunión en la embajada no voy a ir con un sari. Creo
que soy la más occidental del grupo en ése sentido. Me gusta mucho bailar con
todos los ornamentos y los trajes y después dejar ése momento y lo que se
construye ahí y volver a Occidente también.
CAI: Vos viajaste bastante. Y con Patricia afuera,
¿tenés ropa de autor en tu closed?, ¿o no sos marquera?
NS: No, la verdad que no. Para nada. Sí cada vez
que viajo a Barcelona me compro muchas cosas allá, porque están las rebajas.
Básicos. Me gusta mucho ver y sigo a algunos, pero no, la verdad que no soy
marquera, para nada. Me gusta más estar todo el día con un sari bailando. Y a Patri
tampoco. Al estar tanto tiempo trabajando con la ropa, si bien valora y elige,
no es el fanatismo que por ahí tiene alguien que no trabaja en ropa. En India
éramos tan felices y lo único que necesitábamos era un sari y nada más. Es
atarte el pelo, ponerte átomo desinflamante en las rodillas, el sari, el bindi
y a bailar. Y no necesitás nada más.
CAI: ¿Tenés referentes, fuentes de inspiración?,
¿algún ídolo, algún ícono?
NS: La verdad es que me inspira mucho ver obras
de teatro. Me pasa siempre, cada vez que voy a ver una obra de teatro, una
película, un recital, me quedo mirando y se me empiezan a ocurrir ideas. Te
diría que mi mayor fuente de inspiración es la vida misma. Es observar la vida
y lo que pasa. La otra vez ví con mi hermana la vida de Coco Chanel, por
ejemplo. La búsqueda y como va llevando su vida hacia ése lugar… esas son
historias inspiradoras realmente. Me inspira mucho ver a mujeres transgresoras,
a mujeres que realmente hicieron de su vida algo que no estaba esperado, algo
que rompió todos los paradigmas, que rompió con todo lo estructurado que por
ahí tiene la vida de una mujer. Realmente eso me inspira mucho. En las charlas,
o cuando hacemos una muestra que vas hablando con la gente y te dicen, o mis amigos que me
siguen desde cuando yo estaba lejos de ser una bailarina; el feedback que me da
la gente que me conoce y que sabe lo que hago, que sabe por qué lo hago, desde
qué lugar lo hago, esas por ahí son las devoluciones más inspiradoras. Y si
tengo que decir “la inspiración”: India. India y todo lo que sucede estando
allá, y la danza. El camino de la danza y todas las barreras que uno tiene que
ir derribando para poder coordinar, para poder aguantar, para poder dar lo
mejor, mucho tiene que ver con la repetición y la metodología de la danza, la
técnica de la danza.
CAI: Gungur está en un momento particular, estás
con una mudanza (9). ¿Adónde van?, ¿por qué?, ¿pasan a otra etapa?
NS: Éste lugar fue nuestra primera casa. El lugar
adonde nos mudamos ahora es una segunda casa que es toda una casa que es
Gungur. Ahí va a haber toda una cercanía que por ahí por el lugar donde
estamos, en un segundo piso, con una vidriera que era lo que también buscábamos
al principio, darle como una cosa más de exclusividad, algo más oculto, pero
queremos darle más foco a la parte de espectáculos. Hacer funciones para poca
gente pero donde uno pueda ir a ver algo de danza clásica o de música clásica,
donde pueda comer algo, donde pueda tomar algo, donde pueda ahí enterarse de
las clases o ver un poco la colección. La sensación es que uno entra a Gungur y
se va como: “que bueno lo que pasa ahí adentro”. Sea desde la enseñanza, desde
los diseños - que son lindos, que son cómodos-, y hay otra parte muy importante
de Gungur que no lo dije antes que es la parte de solidaridad. Es el tercer
pilar. Lo llamamos Púja. Acá estamos trabajando con una asociación civil que se
llama Mujeres 2000, es una ONG que da
microcréditos a mujeres de barrios carenciados. Con esos microcréditos las
mujeres emprenden algo. No son como donaciones, son como inyecciones para que
empiecen a generar trabajo y que puedan ser sustentables. Empezamos a trabajar
acá con una mujer que se llama Felisa que es ahora quien nos está cosiendo las
bolsas que son reciclables. Es una manera que nos pueda dar una mano con esto.
Hay una ONG en Orissa. Las mujeres en Orissa lo que hicieron fue también
estampar y hacer los individuales. En Barcelona hay mucho más compromiso con
las ONG, entonces Patri participa en muchos eventos a beneficio para recaudar
fondos. La idea siempre fue de alguna manera involucrar la colaboración en la
cadena de trabajo que armáramos. Eso lo queremos instaurar y que sea parte de
la filosofía de Gungur. Y transmitirlo, porque dentro de lo que es el acto de
compra, queremos que eso también esté instalado. Acá la compra hace que crezca
éste proyecto, que se puedan hacer los espectáculos, que se pueda colaborar con
las mujeres, que también es una razón, tal vez un poco diferente.
CAI: Dame un pantallazo global de India´n Beatles.
NS: Son versiones de los temas que tuvieron más
influencia de la India. Es un espectáculo que va a durar una hora, donde no son
todos temas de los Beatles. Hay algunos que son clásicos que queremos
aprovechar para difundir. La idea es difundir la danza y la música clásica a
través de éste espectáculo, con esto que te decía antes, con el reconocimiento
de estas melodías, todas trabajadas con instrumentos clásicos: citar, tabla,
armonio y voz. El espectáculo se va a tratar de eso y hay danzas que están
entrelazadas con la música de los Beatles. Logramos ensamblarlas y la verdad es
que está quedando buenísimo.
CAI: Contame lo que fue o sigue siendo la
experiencia con los Budha Sounds
NS: Hay muchas alumnas que vinieron a estudiar
danzas a través de Budha Sounds. De ver los espectáculos de Budha y decir: “yo
quiero bailar así”, o: “qué lindo lo que están haciendo” y vinieron a estudiar.
A mi me gusta mucho la propuesta, somos muy amigos todos porque hace mucho
tiempo que estamos en esto. Para mi significó subirme en forma reiterada al
escenario e ir perdiéndole todo tipo de pánico y soltarse. Y también empezar a
crear coreografías a través de músicas que no son clásicas. Y fuimos de gira también.
A Lima, Perú. Entonces, toda la experiencia de ir como una Rock Star está
buenísimo. La conferencia de prensa y
firmar autógrafos. La verdad es que la propuesta gusta mucho. La gente sigue
Budha Sounds. Cada show que hacemos convoca muchísima gente. Seoane, quien es
el creador de eso es súper talentoso. Lo de Budha es como en casa. Nos
juntamos; continuamente Alejandro está creando nuevos discos, composiciones
nuevas. Es una fuente inagotable de inspiración: siempre hay discos nuevos,
siempre hay cosas nuevas para trabajar. Está buenísimo Budha. A mi me encanta,
yo estoy feliz.
CAI: ¿Cómo ves la escena en éste momento de las
danzas clásicas de la India acá en Argentina y qué proyección pensás que puede
llegar a tener?
NS: Bueno, yo creo que si lo tengo que comparar
con diez años atrás, de la danza clásica de la India no se sabía nada. Nada de
nada, y al mismo tiempo, los que sabían sobre danza clásica de la India sabían
porque fueron muy meticulosos en encontrar ésa información. No era todo accesible,
si uno llegaba a la danza clásica era
circunstancial o porque indagaba. Entonces creo que desde ése momento a ahora,
por un lado Viswanathan (10) que fue el último embajador, que creo estuvo cuatro
años más o menos, le dio muchísimo soporte, mucho énfasis al arte, entonces
ayudó mucho a la difusión de la danza y la música clásica. Creo que hoy es más
accesible la danza clásica. Uno se la puede encontrar a través de los Bollywood
Fest o de los Budha Sounds o un poco de YouTube. De ahí a que uno continúe es
otra cosa. Creo que es un momento donde coincide, es lo que noto yo, con el
correr de los años el ser humano se está preocupando más por su propia
evolución. Creo que eso fue cambiando un poco en el último tiempo. Que valora
mucho más el arte, sobre todo cuando es algo tan milenario. Como el origen. No
digo que es la fuente de la verdad la danza clásica de la india, pero sí fue
como una inspiración divina. Y de ahí bajado en cómo estudiarla. Entonces
realmente es una fuente de verdad. Es un veda, de hecho es un veda sagrado para
India. Entonces creo que hoy la humanidad está un poco más preparada para
valorar eso. Por eso creo que cada vez va a ir creciendo más, es generacional.
Nosotras habíamos quedado cuatro y ahora hay cincuenta. Y eso yo creo que se va
a ir multiplicando.*
El pasaje del Abhinaya Darpana como prefacio me
pareció adecuado para éste artículo que tiene como protagonista a Natalia
Salgado, su camino con cascabeles a ritmo y sus maravillosas performances de un arte
milenario como verdad revelada. Ésta nota fue realizada en el 2012 para la sección "Identidades" de Croix Imagen, desde entonces, el espectáculo "India´n Beatles", dirigido por Natalia, se ha presentado en diferentes marcos, para ver las nuevas actividades de la compañía, pueden remitirse a la nota 5. Por lo demás, invitamos a todos a visitar tanto los contenidos de Gungur Fine Arts como los de Croix Imagen:
María de la Cruz Rojo
Notas
(2)
Se refiere
a la hermana de la primer bailarina Leonora Bonetto: Rosana Bonetto.
(3)
Leonora
Bonetto y Silvia Rissi, primeras bailarinas argentinas en estilo Kuchipudi y
Bharata Natyam.
(4)
Uno de los
siete estilos clásicos de India, perteneciente a la región de Orissa, al este
de India.
(5)
Se trata
de un show que fusiona danzas y música clásicas de la India con canciones de la
icónica banda de Liverpool, especialmente con composiciones de George Harrison.
Se presentaron en dos fechas en el CC Borges a sala llena, los viernes 12 y 19
de octubre. Ahora se encuentran convocados para participar el próximo 29 de
noviembre en la 12º semana Beatle a realizarse en The Cavern:
http://www.facebook.com/events/368517376571267/
(6)
Ranga Vivekanandan, primer maestra en dictar clases de estilo
Kuchipudi en nuestro país, Myrta Varbié,
la primer bailarina argentina en formarse en danzas clásicas de la India,
estilos Bhárata Natyam, Kuchipudi y Odissi.
(7)
Patricia
Salgado, hermana de Natalia, bailarina de Odissi y co – directora / fundadora
de Gungur.
(8)
El choli
se basa en un vestido indio hecho para usar debajo del sari tradicional.
(9)
A partir
del 1º de noviembre, Gungur se trasladó a su nuevo espacio: Armenia 2325, en el
barrio de Palermo.
(10) Rengaraj Viswanathan, embajador de la India en Argentina durante el
período Octubre del 2007 / Mayo del 2012.